Al momento de traer una mascota al hogar, es fundamental tener en cuenta ciertos factores. Si en la casa hay un niño, hay que enseñarle al niño a tratar bien a un perro y viceversa para que haya una buena convivencia. “Si a tu perro le encantan los niños y está bien entrenado para portarse adecuadamente en su presencia, puedes permitir que tu bebé interactúe con tu perro a una edad temprana. Realmente depende de la tolerancia que tenga tu perro con los niños”, dice Nikole Gipps, experta en conducta animal. Esto debe ser siempre supervisado por un adulto.
Hay que tener en cuenta que cuando un perro muerde a un niño, la culpa nunca es del perro o del niño. Ahí el error está en la falta de supervisión de los adultos ante el niño junto al perro. Si observas que un niño está junto a un perro y este parece fastidiado o estresado, hay que pedirle al niño que deje de hacer lo que está haciendo y separarlos con tranquilidad. Nunca dejes solo a un niño con un perro, aunque se trate de una mascota familiar de toda la vida que está muy bien entrenada. Uno no sabe lo que puede hacer reaccionar mal a un perro sobretodo si está con un niño que tal vez lo está fastidiando.
El proceso de educación y adaptación entre hijos y cachorros debe ser supervisado por los padres. Se puede delegar responsabilidades a los niños conforme a su edad para que aprenda a cuidar y respetar al perro. Esto contribuye en la empatía, respeto y responsabilidad en el niño. Por otro lado, es necesario mostrarle al niño cómo tratar o jugar con el perro. Hay que explicarle que no debe jalarle las orejas o cola, no debe montar su lomo, pegarle, ni fastidiarlo cuando esté comiendo, durmiendo o mordiendo un hueso. El niño podrá aprender la manera adecuada de interactuar con un perro pero siempre es necesario que un adulto supervise esta interacción sobretodo si el niño es muy pequeño.
