¿Cómo hacer que un perro y un gato se lleven bien?

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Se dice que los perros y los gatos son enemigos pero esto no es necesariamente verdad. Estas mascotas pueden llevarse muy bien sobretodo si son presentadas adecuadamente. Incorporar una nueva mascota a tu vida puede resultar emocionante pero a veces se vuelve complicado cuando ya hay otro animal en casa. Presentar a cachorros y gatitos bebés no suele ser un problema, sin embargo, cuando ya son más grandes en casos, puede ser difícil. 

Es necesario que nosotros estemos tranquilos a la hora de presentar a los animales. Ellos pueden notar si estamos nerviosos y podrían alterarse por ello. Asimismo, es esencial que nosotros estemos presentes a la hora de presentar a los animales para asegurarnos de que no se hagan daño. El primer contacto entre el perro y el gato no debe ser forzado, si tenemos un gato y traemos un perro a casa, dejemos que el gato se acerque cuando lo desee. A continuación, algunos consejos de convivencia:

  • Vigílalos: A la mayoría de los perros les gusta jugar o perseguir todo lo que se mueve rápido. Si el gato corre es probable que el perro corra detrás de él. Debes vigilar a tu perro para evitar estos comportamientos que en un inicio pueden asustar al gato. Una vez que ambas mascotas se lleven bien, puedes dejarlos correr si ves que realmente están jugando.  
  • Espacio y distancia: Procura que hayan espacios donde tu gato pueda correr y esconderse si quiere. Hay gimnasios para gatos, algunos incluso se cuelgan en las paredes, lo cual es perfecto para gatos ya que aquí ellos pueden correr y estar solos si desean. 
  • La edad puede marcar la diferencia: Si llega un cachorro a casa cuando ya hay un gato adulto puede no ser un problema. Sin embargo, si llega un gatito a casa cuando ya hay un perro adulto, en casos, el gatito puede ser intrépido. En cualquiera de los casos hay que vigilarlos constantemente hasta que se sientan cómodos mutuamente.

Cosas que no debes hacer cuando presentas a un perro y un gato

  • Forzar la proximidad física: Si fuerzas a tu gato a estar cerca al perro a la hora de presentarlos, es muy probable que el gato arañe al perro. Es mejor que el gato se acerque cuando desee. 
  • No preparar a tu mascota para el cambio: Es recomendable hacer los cambios necesarios progresivamente. Si vas a mover el arenero o realizar cualquier cambio, procura hacerlo tiempo antes de la llegada de la otra mascota.

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