Muchas personas asocian a los gatos con la leche porque en muchos dibujos animados o películas se ven a los gatos tomando leche de un plato. Sin embargo, la leche no es recomendable para los gatos. Los gatos bebés sí toman leche pero la leche materna y en caso sean huérfanos hay leche especial diseñada para gatitos que necesitan lactar. Nunca se les debe dar leche de vaca a un gato bebé ni a un gato adulto. A continuación, explicaremos las consecuencias de darle leche de vaca a un gato.
- Intolerancia a la lactosa: La intolerancia a la lactosa tiene afecciones en el sistema digestivo por lo que el estómago de tu gato no digiere correctamente la leche de vaca. Los síntomas de intolerancia pueden ir desde diarrea, vómitos, dolor e hinchazón estomacal hasta pérdida del apetito y gases.
- Alergia a la lactosa: la alergia involucra al sistema inmunitario, que desarrolla una hipersensibilidad y provoca una reacción alérgica cuando está en contacto con el alergeno (la lactosa). Cuando el gato consume leche y tiene alergia, este puede sufrir de picor, dificultad para respirar, tos, disminución de la tensión arterial, diarrea, vómitos, malestar estomacal
- Deshidratación: La pérdida de líquidos debido a las diarreas puede causar que tu gato se deshidrate rápidamente.
- Irritación de colon: Las constantes diarreas causan irritación en el colon lo que provoca heces con mucosidad o sangre.
Recordemos que solo los gatitos bebés pueden tomar leche y esta debe ser de su madre. Si hay gatitos huérfanos, nunca se le debe dar leche de vaca, existen leches especiales para gatitos para cubrir sus necesidades nutricionales durante esta fase de crecimiento.
