Creo que uno de los momentos más difíciles que nos ha tocado o nos tocará pasar es decirle adiós a nuestros compañeros peludos. La vida es la vida y parte de ella es admitir que se acaba en cualquier momento, aunque solo pensarlo nos ponga la piel de gallina. Pero nuestros amigos saben lo importante que son en nuestra vida, y cuando sienten que el cuerpo ya no les responde como antes comienzan a manifestar comportamientos diferentes que nos avisan de su delicada salud.
Si logramos identificar estos comportamientos, quizá podamos ayudarles a superar su cuadro de salud, o a reducir su sufrimiento los días que le queden con nosotros. Presta atención a las señales:
- Cambios en su respiración: Debes tener en cuenta cualquier cambio sea una respiración más rápida o más lenta (en estado de descanso, no lo consideres si viene de jugar o actividad pues es normal que suban las pulsaciones). En promedio, en estado de descanso un perro hace 22 respiraciones y entre 100 y 130 pulsaciones por minuto. Puedes usarlo como referencia pero en cualquier cambio será importante que acudas al veterinario. En especial si disminuye, su deceso podría ser cuestión de días u horas.
- Dejará de moverse: Cuando nuestro amigo está muy débil, se mantendrá echado y perderá fuerzas para realizar las actividades que hacía en el día a día. Puede escoger varios sitios para sus últimos momentos, un rincón oscuro de la casa, su cama o inclusive tu propia cama o donde se sienta más cerca a ti. No intentes moverlo si no desea a menos que sea para la asistencia médica.
- Perderá el apetito: Presta mucha atención a si tu perro deja de comer y beber agua. Es una malísima señal. El hígado y sus riñones comenzarán a fallar y su boca estará seca. Es posible que vomite ácidos amarillentos debido a la billis.
- Perderá fuerza en las piernas: Si está muy mal, es posible que cuando intente caminar le tiemblen las piernas. A veces, incluso cuando aún está echado podría tener espasmos musculares debido a la disminución de glucosa. Sus músculos pueden haber perdido volumen y atrofiarse.
- Perderá control sobre sus esfínteres: La debilidad en tu mascota se reflejará también sobre el control de sus necesidades. Hará pis y defecará muy cerca de su zona de descanso o inclusive en su cama. Inclusive es posible que más cerca a la muerte, su defecación sea completamente líquida y antes de su último respiro, haga todo por última vez en su lecho de muerte.
Tener un perro anciano es muy triste para nosotros los dueños pero debemos asumirlo con responsabilidad y amor acompañándolos hasta el final de sus días. Es importante que hagamos controles semestrales en el médico veterinario así nuestro perrito parezca sano. También debemos tener un espacio adecuado para él en su vejez: acondiciónale un cuarto donde no deba subir escaleras, provéele una cama cómoda y ortopédica si es necesario, dale comida y agua pero no le obligues a comer, y sobre todo demuéstrale muchísimo amor en cada momento del día.
