La estimulación cognitiva consiste en plantearle a tu perro problemas en los que tenga que pensar y esforzarse mentalmente. La falta de estimulación mental hace que los perros se aburran rápido y busquen otras formas de entretenimiento, lo cual puede resultar en problemas de comportamiento y conducta destructiva. El llamado síndrome de disfunción cognitiva del perro es uno de los problemas que puede padecer las mascotas de avanzada edad. Los principales síntomas son la disminución de la conducta exploratoria, alteración en el aprendizaje y en la memoria. Por ello, es importante que nuestro perro tenga una estimulación cognitiva desde temprana edad. A continuación, algunos consejos para estimular la mente de tu perro.
- Varía los paseos: Los paseos ayudan a tu mascota a ejercitar su cuerpo pero también contribuye a su mente ya que descubre nuevos lugares, olores, perros o personas. Lo recomendable es variar la zona del paseo para que así tu perro tenga nuevos estímulos. Si lo paseas siempre por la misma zona, se volverá un paseo monótono para tu perro puesto que ya conoce el lugar. Pasea a tu perro por nuevos parques para que tenga nuevos estímulos y descubra nuevos lugares.
- Juega con los premios: Los premios pueden ser utilizados para jugar con tu perro y estimular su cerebro. En lugar de premiarlo porque te dieron ganas, prueba escondiendo los premios alrededor de la casa, verás cómo tu perro se motiva al encontrarlos y esto estimula su mente.
- Juguetes interactivos: Seguramente tu perro tiene los típicos juguetes como la pelota, la cuerda, hueso o peluches. Estos juguetes pueden entretener a tu perro pero al ser relativamente simples, tu perro puede aburrirse rápido. Hay otros juguetes que son interactivos y contribuyen al desarrollo mental de tu engreído. Por ejemplo el kong, que desafía a tu perro a sacar el premio que está dentro. También hay rompecabezas interactivos donde tu perro debe mover piezas para sacar los premios.
- Practica la obediencia: La obediencia es un buen método para estimular la mente de tu perro y enseñarle cómo debe comportarse. Puedes practicar comandos básicos como que se siente, de la pata, se quede quieto, etc. Es posible que tu perro aprenda estas órdenes siempre y cuando haya constancia. Recomendamos hacer sesiones diarias de no más de 15 minutos para que tu perro no se sature.
La buena salud mental y física de tu perro contribuye de forma positiva en su vida, refuerza tu vínculo con él y mejora su calidad de vida durante la vejez.
