Como experiencia personal, les cuento que hace más de cinco años mi familia y yo adoptamos un precioso perrito pug llamado Boss, el cual llegó con algunos problemas de salud, los cuales fueron tratados y superados oportunamente. Con el paso de los años y hace exactamente dos, nos dimos cuenta que empezó a bajar de peso, a beber mucha agua y a orinar varias veces en el día.
Eso nos hizo pensar que algo estaba pasando con él, lo cual nos alarmó y decidimos llevarlo al veterinario. El doctor le hizo muchas pruebas y a partir de los resultados practicados, nos dimos cuenta que su glucosa estaba muy elevada. Asimismo, le hicieron curvas para evaluar los cambios que experimentaba diariamente las mediciones de su nivel de azúcar en la sangre. Consecuencia de esto, los médicos determinaron que era diabético y que su ritmo de vida iba a cambiar notablemente a fin de poder ayudarlo a sobrellevar una mejor calidad de vida.
Gracias a Boss (¡nuestro querido Bossi!) hemos aprendido muchas cositas, desde medir la glucosa con el Accuchek Nano hasta inyectar insulina las veces que sea necesario, ya que aprendimos que existen dos tipos de insulina: la N que se coloca dos veces al día. y la R que es cuando no le baja a rangos normales. El rango normal especificado por el médico veterinario para un perrito diabético oscila entre 80 y 260.
Nuestra rutina diaria con Bossi, empieza desde muy temprano ya que antes de darle su desayuno debemos medirle el nivel de glucosa y, dependiendo del valor que resulte, tendremos que evaluar rápidamente la cantidad de insulina a aplicar. En la tarde, antes de la cena, repetimos el mismo procedimiento.
Nuestra experiencia ha sido muy enriquecedora al darle todo lo necesario para que Bossi tenga una buena calidad de vida, en estos momentos su glucosa está controlada y hasta hemos logrado que suba un poco de peso; actualmente su pesa es 7 kilos 100 gramos. Es muy importante tener su peso bajo control y brindarle la comida medicada a fin de que viva tranquilo y con los nutrientes necesarios para que su nivel de glucosa esté dentro de rangos normales.
Además, es muy importante chequearlo por lo menos dos veces al año para conocer su estado de salud y saber que se encuentra bien, viviendo sin dificultad.
Finalmente, les quiero comentar que cuidar a un perrito diabético es una bonita experiencia, puesto que estamos todos involucrados como familia y dispuesto a brindarle a nuestro Bossi todo el amor que merece y el apoyo que requiere. Sabemos que se da cuenta que no está solo y que cuenta con el abrigo de su incondicional familia.
